jueves, 18 de abril de 2013

Pretensiones.



Una palabra.
             Dos toques.
   Un te quiero.

              ¿Cuántas veces hemos callado,
        tú, yo y el universo entero?

   Es más,
            hemos callado tanto tiempo.
Aparentemente, cuidando nuestros corazones.
    Y callamos, aunque sabemos que
  nos lastiman las palabras
omitidas.




domingo, 14 de abril de 2013

Kind of lies.



Mentir es malo. Es algo que nos repiten los padres una y otra vez cuando somos pequeños y luego, nosotros mismos comenzamos aquel círculo vicioso de repetirlo cada vez que decimos una mentira. Es tan fácil hacerlo pero tan difícil lograrlo. Miente quien dice que nunca ha dicho una mentira en su vida. Todos mentimos, sea por esto o por aquello. En el colegio, en casa, a los amigos, a los padres, a nosotros mismos. Cualquiera que sea la mentira, es mala, daña todo de un momento a otro. Sin embargo, la peor mentira es la que nos decimos a nosotros. Cuando nos engañamos haciéndonos creer otra cosa sólo para no ver la cruda y dolorosa realidad. Esa es la razón de todo el problema.

Descubrir que cada cosa en tu vida es una mentira. Que has construido un edificio sobre unas bases en mal estado y que ahora está a punto de derrumbarse. Es como ver los sueños cayéndose pedazo a pedazo mientras uno trata de juntarlos otra vez. Me estoy asfixiando. Las palabras se me quedan atascadas en la garganta y el miedo llena cada parte de mi cuerpo. Quiero poder decirlo, sacar todo lo que tengo dentro y destapar cada mentira que he ido acumulando a través de los meses. Soy yo quien lo ha destruido todo, siempre he sido yo. Inventándome ideas en la cabeza, creando mundos imaginarios para alejarme y ser feliz. Pero no supe distinguirlo, no supe controlarlo, no presté atención a aquella línea que separa la realidad de la imaginación.

Y ahora, cuando todo se ha acumulado de repente, la sensación de sofoco es demasiado. Admitir cada una de las mentiras que he ido tejiendo con el tiempo destruiría tantas cosas y tantos sueños, pero sé que algún día, en algún momento, éstas saldrán a flote y aquel edificio construido a punta de ellas se derrumbará. Sí, ese el problema de las mentiras.